Un monumento que debía estar en Lima y no en Santiago, la sepultura de una prostituta santa, un templo azteca en un cementerio, un mausoleo con forma de carpa de circo único en el mundo, la imposición secreta de la sangre de fray Andresito, una bota ortopédica que atestigua un milagro, una palmera en una gasolinera, un mural de Roberto Matta que estuvo tapado con pintura durante treinta años, un espectacular y desconocido museo de arte contemporáneo al aire libre…
Lejos de las masas y de los habituales clichés, Santiago guarda tesoros escondidos que desvela únicamente a los habitantes y viajeros que buscan salirse de los caminos trillados.
Una guía indispensable para los que creían que conocían bien Santiago o para los que desean descubrir la otra cara de la ciudad.